ANACOS
Con el paso de los años acabó siendo perfecto.
Se convirtió en un hermoso traje compuesto por mil retales luminosos unidos por hilos de seda.
Costuras invisibles cuyo tejido presentía indestructible.
Poco a poco se fueron descosiendo
gastados por el tiempo
apagada su luz
descoloridos y rotos.
Al caer la tarde fui descosiendo uno a uno
los lugares transitados
los amores traicionados
las miradas inocentes
los días de vino y rosas.
Entonces quedó un lugar para los nuevos días.
SUDARIO
Los días van llenando de pequeños trozos de vida
el blanco sudario que me acompaña.
Cuando cierres mis ojos
guárdalo con los lápices de colores
y los hilos que me ataron a ti.