UN CUENTO PARA SOFÍA
Sofía suele visitar a sus abuelos los fines de semana. Es una visita esperada porque viven en las afueras de la ciudad en una casa en el campo rodeados de animales. Los abuelos pasan muchas horas en la huerta y el jardín.
Es un jardín especial en donde hay un estanque lleno de peces. El gato rubio siempre está al acecho por si puede cazar alguno, cosa que preocupa mucho a la niña.
De pronto las visitas toman un giro inesperado: el abuelo le cuenta que hay un pequeño centinela que vigila y les ayuda a cuidar el jardín y al que las personas mayores no pueden ver pero que realmente existe. Con esa información Sofía comienza a mirar con otros ojos las aguas del estanque y un día descubre con asombro un pequeño duende dormido sobre una hoja de nenúfar.
Poco a poco se hacen amigos y el duende comienza a sentir curiosidad por lo que existe fuera del jardín y le pide que lo lleve con ella. La niña acepta. Así es como abandona el lugar en donde hasta entonces ha vivido y se establece en el piso con la esperanza de encontrar en la ciudad otros duendes y no sentirse tan solo.
No es tan fácil encontrarlos. La ciudad no es un lugar muy propicio para que puedan vivir y la búsqueda resulta infructuosa. El duende empieza a sentirse triste y algo culpable por haber abandonado el jardín y el cuidado del estanque.
Ante esta situación Sofía pide ayuda a sus padres que le sugieren que pueden estar en el parque más antiguo de la ciudad. Con la complicidad de su tía, que la acompaña, descubre finalmente el lugar: un gran roble centenario en donde viven los duendes.
A partir de ese momento deberá enfrentarse a las consecuencias de su aventura y aceptar la decisión de la asamblea…
El duende
los gatos
el pato
ALGUNAS EXPLICACIONES SOBRE LOS DIBUJOS DEL CUENTO
las flores del jardín de los abuelos
cuando llueve en la ciudad siente nostalgia porque recuerda la lluvia en el jardín
el duende cree haber encontrado a sus compañeros, pero cuando se acerca descubre que no es así.
en la ciudad no encuentra a otros duendes
las plantas del estanque
el duende se adivina entre los sellos de Salomón
el duende cuida el estanque del jardín de los abuelos
la cama de sus papás es blandita y tan grande que aunque salte no se cae
en la habitación de Sofía hay muchos juguetes. Al fondo, la casa de muñecas que era de su mamá
a la abuela le gustan los animales de compañía
la casa de los abuelos
el estanque del pato
el abuelo trabaja en la huerta
el jardín está lleno de pájaros
los semilleros del abuelo
el gato rubio está al acecho de los peces
Sofía echa de comer a los peces
los fines de semana van a visitar a los abuelos
el estanque está lleno de vida
Sofía descubre al duende dormido sobre una hoja de nenúfar
el duende decide conocer la ciudad para encontrar otros duendes
todo es un torbellino de ruidos, coches circulando, luces de semáforos y gente caminando por las calles
en esta casa vive Sofía y sus padres
el salón es acogedor ¿Habrá algún duende escondido en la estantería?
en los cajones es peligroso esconderse. Si se cierran no lo oirían
el piso es luminoso y alegre
la casa de muñecas es el lugar perfecto para vivir y guardar sus cosas
el padre trabaja en el ordenador
Sofía le deja comida : trocitos de pan, agua…
caminan por la ciudad buscando a otros duendes porque se siente solo…
en la alameda le confiesa su secreto a su tía. Asombrada descubre al duende y decide ayudarles
la alameda es el parque más antiguo de la ciudad
las luciérnagas iluminan un camino
¿es este el lugar dónde viven los duendes?
el centinela que guarda la entrada
¿están aquí los duendes?
la niña le ayuda
el duende encuentra la entrada
la asamblea de los duendes
sus tesoros
el duende escucha la resolución de la asamblea
la niña espera dormida a que finalice la reunión
el duende vuelve al estanque
la niña y el duende conservarán su amistad
el estanque recupera su armonía gracias a los cuidados del duende.