Cortar y Coser

Extendí la sábana

y acerqué el embozo para comprobar el derecho del bordado:

Guirnaldas de pequeñas flores que al pasar la mano me devolvieron al lugar donde mi madre pasaba las horas.

Tardes en que el monótono ruido de la máquina de coser y las radionovelas se entremezclaban.

Noches en que desde mi cama su pedaleo sonaba como una nana sin besos.

Acariciándolas, me pregunto si bordaba flores para espantar su soledad.

Trozos – Destrozos

ANACOS

Con el paso de los años acabó siendo perfecto.

Se convirtió en un hermoso traje compuesto por mil retales luminosos unidos por hilos de seda.

Costuras invisibles cuyo tejido presentía indestructible.

Poco a poco se fueron descosiendo

gastados por el tiempo

apagada su luz

descoloridos y rotos.

Al caer la tarde fui descosiendo uno a uno

los lugares transitados

los amores traicionados

las miradas inocentes

los días de vino y rosas.

Entonces quedó un lugar para los nuevos días.

SUDARIO

Los días van llenando de pequeños trozos de vida

el blanco sudario que me acompaña.

Cuando cierres mis ojos

guárdalo con los lápices de colores

y los hilos que me ataron a ti.